jueves, 19 de mayo de 2011

Acuerdos de Cooperación I


Nombres: Julián Andrés Botero Cardona y Carolina Parra Ortiz
Códigos: 0618002 y 0611024
Lectura: “La Cooperación Como Una Herramienta De Aprendizaje: Una Aproximación Empírica”
Autores: Inocencia Ma. Martínez León Y Antonio Juan Briones Peñalver
Línea temática: Alianzas estratégicas/Cooperación empresarial
Palabras claves: Aprendizaje, cooperación, herramienta, microempresa y aproximación empírica.

Objetivo General
Medir el índice de cooperación interorganizativo de las microempresas, y contrastar las hipótesis relativas al comportamiento de sus factores facilitadores, a través del uso de la metodología adecuada.

Objetivos Específicos
1.       Crear y medir un índice de cooperación interorganizativa.
2.       Contrastar la influencia de los factores facilitadores de la cooperación.

Ideas principales
1.       El aprendizaje transforma la información en conocimiento, con herramientas facilitadoras como la cooperación, que a su vez es favorecida o por otras herramientas facilitadoras.

2.       “Los acuerdos de cooperación facilitan el aprendizaje en las organizaciones, pues permiten adquirir conocimiento del exterior, compartir el que se posee, mejorar la gestión y garantizar supervivencia y desarrollo. (Fulmer et al., 1998; Pérez Bustamante, 1999; Benavides, 2001; Williams, 2001).”

3.       “El origen del conocimiento está en la transformación de la información, la cual a su vez procede de los datos. Esta triple relación (dato- información- conocimiento) muestra que son conceptos diferentes que se retroalimentan y es necesario analizar y establecer la relación existente entre ellos. Los datos se convierten en información a través del proceso de transformación de datos (Bueno, Jericó y Salmador, 2000; Bueno, Aragón y García, 2001), y la información se transforma en conocimiento a través del proceso de aprendizaje (Nonaka, 1991, 1994; Nonaka y Takeuchi, 1995; Alavi y Leidner, 1999; Davenport et al., 1998; Davenport y Prusak, 1998) y Bueno, Jericó y Salmador, 2000). El hecho de que el conocimiento se haya convertido en un recurso estratégico e intangible, y en una capacidad organizativa (Teece et al., 1997) que apoya la creación y mantenimiento de ventajas competitivas (Chaston et al., 2001; Ellinger et al., 2002; Bontis et al., 2002), justifica nuestro interés por el aprendizaje”.

4.       “El espiral de conversión del conocimiento es la Interacción simultánea entre las dimensiones epistemológica y ontológica que transforma el conocimiento tácito individual en explícito a nivel de grupo. (Nonaka, 1991 y 1994; Nonaka y Takeuchi, 1995)”.

5.       El aprendizaje organizativo es la capacidad de realizar un proceso que transforma la información en conocimiento2. Lo lleva a cabo la propia organización y sus integrantes, individuales o grupales (Crossan et al., 1999; Moreno et al., 2000; Martínez, 2002); le afectan factores relacionados con ellos y con el contexto organizativo3 y lo favorecen ciertas herramientas4. Dicho conocimiento se acumula y codifica en mapas cognitivos y  modelos mentales (Kim, 1993), modificando en ocasiones los ya existentes, desarrolla la memoria5 y la experiencia, detecta errores y los corrige a través de la acción organizativa6, y se introduce en las rutinas (Levitt y March, 1988; Dodgson, 1993). Sus resultados le permiten mejorar su actividad7, su dotación de recursos y capacidades (López y Madrid, 1999; Bueno et al., 2001), y alcanzar y mantener ventajas competitivas (López y López, 2001; Santos et al., 2001; Martínez, 2002).

6.       Las herramientas que facilitan el aprendizaje se clasifican en dos grupos: comunes y específicas (Martínez, 2002; Martínez y Ruiz, 2002). El primero lo forman aquellos instrumentos que son susceptibles de uso y aplicación por cualquier sujeto, y destacan lastecnologías de la información, la formación y la metáfora.

7.       Las tecnologías de la información permiten generar, acceder, transferir, compartir y codificar información (Mazón y Pereira, 1999) y conocimiento (Terrett, 1998), almacenar ambos (Mazón y Pereira, 1999) y recuperarlos cuando es necesario. Esta utilidad contribuye a la creación y mantenimiento de la memoria organizativa (Croasdell, 2001).

8.       La formación es una herramienta que facilita el aprendizaje, pues ayuda al correcto desarrollo de este proceso, ya que “enseña a aprender”, y a través de ella se crea nuevo conocimiento y se desarrollan nuevas habilidades. Se realiza de forma individual o grupal, planificada o espontánea, a corto o a largo plazo (Martínez, 2002; Martínez y Ruiz, 2002).

9.       La metáfora facilita el aprendizaje al relacionar dos términos, que pueden ser muy similares (lo que enfatiza los elementos en común) o muy contradictorios, mostrando las grandes diferencias existentes entre ellos. Esta asociación permite ejemplificar y aclara conceptos, lo que redunda en un incremento del conocimiento (Martínez, 2002; Martínez y Ruiz, 2002).

10.   Las herramientas facilitadoras del aprendizaje en la organización son el benchmarking (interno y externo) y la cooperación (Menguzzato, 1995; Martínez y Ruiz, 2002).
El benchmarking analiza y estudia las mejores prácticas de otras organizaciones, fundamentadas en las características de su propio proceso productivo y en sus necesidades; y cuando encuentra algunas más efectivas que las que desarrolla, las implanta, analizando previamente la realización de esta acción. El objetivo que persigue esta herramienta es alcanzar el nivel en los procesos de las empresas consideradas como excelentes (Martínez, 2002; Martínez y Ruiz, 2002).
La cooperación es un acuerdo explícito (Casani, 1995; Méndez y Torres, 2000) entre dos o más empresas independientes (Fernández, 1991 y 1996), que sin estar subordinadas (García, 1993) o llegar a fusionarse (Fernández, 1996), crean un campo intermedio común (Fernández, 1991) que les permite alcanzar ciertos objetivos, sobre unos fundamentos.
Para conseguir tales objetivos, la cooperación se fundamenta en que los socios a) pongan en común actividades, recursos o capacidades (Fernández, 1996; Escribá et al., 2002), b) exploten ventajas competitivas recíprocas (Fernández, 1991), c) unan intereses (Fernández, 1991) y d) coordinen sus interdependencias (García, 1993).

11.   La cooperación es un acuerdo explícito (Casani, 1995; Méndez y Torres, 2000) entre dos o más empresas independientes (Fernández, 1991 y 1996), que sin estar subordinadas (García, 1993) o llegar a fusionarse (Fernández, 1996), crean un campo intermedio común (Fernández, 1991) que les permite alcanzar ciertos objetivos, sobre unos fundamentos.

12.   Para conseguir tales objetivos, la cooperación se fundamenta en que los socios a)pongan en común actividades, recursos o capacidades (Fernández, 1996; Escribá et al.,2002), b) exploten ventajas competitivas recíprocas (Fernández, 1991), c) unan intereses(Fernández, 1991) y d) coordinen sus interdependencias (García, 1993).

13.   La cantidad e intensidad de conocimientos en transferencia depende del interés, de la capacidad de absorción y colaboración del socio que los recibe, de los medios de transmisión y comunicación, y de la transparencia de quien los cede. No todos los partícipes están igualmente capacitados para aprender, existiendo riesgo de desequilibrio en la cooperación (Menguzzato, 1995), y de oportunismo por parte de alguno de sus integrantes.

14.   Las cooperaciones son procesos dinámicos que pueden permitir tres situaciones. Primera, la mejora de la situación de los dos socios, tras su desarrollo. Segunda, que un socio inicialmente débil salga fortalecido al final de ella, debido a que ha tenido mayor capacidad de absorción y asimilación, siendo capaz de captar muchas de las habilidades y capacidades interesantes de los otros integrantes. Y tercera, que el miembro más frágil salga aún más desfavorecido, al captar el más fuerte aquellos elementos sobre los que se sustentaba su ventaja competitiva.

15.   Para el adecuado desarrollo de la cooperación como herramienta del aprendizaje es necesario disponer de una serie de elementos facilitadores, entre los que destacan la formación, poseer experiencias previas positivas, decidir con qué colectivos se realizarían tales acuerdos, sostener una clara propensión a la cooperación y disponer de una cultura proclive a la misma.

16.   Para medir el nivel de desarrollo de los factores facilitadores de la cooperación se ha desarrollado un índice de cooperación interorganizativo. Este índice, se define como un indicador cuantitativo que permite medir el nivel de cooperación de cada organización teniendo en cuenta sus factores facilitadores, el cual se refleja en la siguiente expresión:

ICI = F + EP + C + PC + CP

Donde,  ICI = índice de cooperación interorganizativo
F = indicadores de formación
EP = indicadores de experiencias previas
C = indicadores de los colectivos con los que está dispuesto a cooperar
PC = indicadores de la propensión a cooperar
CP = indicadores de la cultura proclive a cooperar

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